El entrenamiento del piloto de Drones, RPA

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Hoy me apetece comentar cómo nos entrenamos en APACHE ROBOTICS.

La mayoría de los vuelos profesionales que realizamos los hacemos en GPS o incluso en "Full Auto", es decir, con todos los parámetros pre establecidos ya introducidos en el dron antes de despegar.

Pero es necesario mantener un alto nivel de destreza, ya que normalmente, cuando hemos de desconectar el vuelo automático y pasar a manual, es porque algo va mal o el aterrizaje supone cierto riesgo. Para estar preparados en todo momento y desarrollar reflejos y protocolos de actuación en fases críticas es importante contar con un programa de entrenamiento que estructure y contextualice la práctica.

En referencia al establecimiento de protocolos, el Manual de Operaciones ya hace referencias a diferentes procedimientos que tendremos siempre en cuenta. Es importante realizar los check lists diarios/ pre vuelo y los semanales. Es fundamental llevar un registro de la vida e incidencia de las baterías y del estado de aspas y motores, además de los otros elementos de la aeronave. Esta es una fase preventiva, y resulta básica para minimizar las sorpresas en la zona de vuelo.

En un siguiente nivel, y ya dentro de la práctica en el manejo de la aeronave, al menos cada semana vamos a un campo de vuelo a realizar pruebas y patrones de vuelo específicos, ensayando situaciones que nos hemos visto obligados a afrontar, realizando todos los protocolos y checks que en un vuelo profesional estamos obligados a realizar. Estos vuelos de práctica se realizan con los aparatos habituales con los que trabajamos, Phantom 3 PRO y S1000+, y comprobamos todos los modos de vuelo, levantando un Plan de Vuelo dedicado al entrenamiento y con diferentes objetivos. Por ejemplo, transición de vuelo auto a Atti, realización de maniobras atti, probar modos de vuelo, POI manual, aterrizajes de emergencia, recuperación de control en el límite VLOS, etc.

Paralelamente a estos vuelos con aparatos asegurados y certificados, también aprovechamos para probar alas fijas y pilotos automáticos como el Pixhawk. Actualmente estamos trabajando en un proyecto VTOL.. pero eso es otra historia de la que hablaremos más adelante ;)..

Particularmente, mi entrenamiento favorito son los nano multis. Permiten entrenar en cualquier lado. Son aparatos básicamente indoor, aunque algunos pueden volarse en exterior en días sin viento.

El primer entrenador que tuve era un Blade MQX, un multi impresionantemente resistente con brazos de carbono y una carcasa de plástico fino. Este aparato estaba en la frontera de los drones outdoor y supuso una revolución (es contemporáneo al DJI450).

El ya mítico Blade MQX

Aun hoy lo empleo para controlar su vuelo nervioso (sin ser racing) y sobre todo la ausencia de luces que permitan una buena consciencia situacional. Algo más actual y también útil lo encontraríamos con algunos Syma

Ya en la división nano, podemos encontrar los microdrones de Cheerson y clónicos. No suelen llegar a los 30€ y el problema principal es que no hay (no conozco) versiones BNF, de modo que tienes que emplear la emisora que viene con ellos y que es muy pequeña y nada ergonómica.

Los nanocópteros de Cheerson son una opción muy asequible

Con todo, algunos incorporan modos de vuelo que pueden recordar a los que encontrarías en un dron profesional, así que no dejan de ser interesantes.

Su punto débil son las aspas que rompen con bastante facilidad, y si compráis en Juguetrónica serán incapaces de dar una buena postventa...

Fuera del ámbito de los multirotores pero dentro del indoor, Blade ofrece una maravilla que se mantiene en el catálogo año tras año, es el MCX2, un heli coaxial disponible en RTF, pero mi consejo es abandonar la emisora que trae y emplear una emisora spektrum Dx6i, que nos dará una sensación y tacto que es fantástica para practicar.

 

Una delicia de vuelo. Un entrenador que sirve para relajarse.

Este aparatín es ideal para entrenar vuelos lentos, traslaciones, estáticos, trimado... y todo desde la comodidad del sillón.

Pero últimamente, mi descubrimiento más reciente en el ámbito de estos entrenadores domésticos es el Inductrix

 

Este aparato diminuto que recuerda a un Minion es una alternativa realmente interesante para "hacer dedos", de un modo realista y cómodo.

Está evolución del archiconocido y multicopiado Tiny Whoop, incorpora una cámara y un transmisor en 5.8 a 25mW que da lo suficiente para poder recorrer una casa (si es diáfana).

Es extremadamente fácil de volar pero dispone de un modo "deportivo" bastante agresivo  y que no recomiendo para pilotos noveles.

La señal puede recibirse desde la típica pantalla con diversity tipo Blackpearl o directamente con unas FPV Goggles, como las Eachine Vr007, que son más que suficientes para entrenar en casa.

La experiencia es muy buena y perfectamente válida para entrenar vuelos en FPV, ya que ayudan a acostumbrarte a no mirar el multi y concentrarte en la pantalla, tomando referencias del espacio en el que volamos y comprendiendo mejor como interpretar las distancias con lentes angulares.

Para acabar, animar a la gente a que pruebe estos juguetes, muy asequibles, pero que pueden suponer una buena entrada en el mundo de los drones o parte del entrenamiento habitual.